Hartos del aparato con el que compartía tantas horas, los juguetes
de su habitación decidieron escaparse. Antes, destruirían aquella máquina con
una sobrecarga de luz. Ignoraban lo mucho que él también los echaba de menos.
Conmueve este relato, Miguel Ángel. Para los padres que pierden un hijo es terrible enfrentarse a la visión de los peluches. Aquí das la vuelta y son los propios peluches los que deciden acabar con esa máquina que no supo salvar a su amigo.
La posibilidad que planteas está ahí, pero es un paso más allá de la que tenía en mente, y creo que hubiera tenido que ajustar uno de los tiempos verbales. Pensaba en una opción quizá igual en sus resultados, pero con un poco más de ironía trágica.
Qué inocentes los muñecos, que acabarían matando a quien tanto quieren. A veces la buena fe (que es la única fe) nos hace tropezar. Excelente y conmovedor, Miguel Ángel. JM
A don Potato le vi correr pasillo arriba con un conmutador de metal. Lo riñones andan buscando en el juego dónde volverse habichuelas para formar una cara sonriente. Imaginativo tu post. La hemodiálisis es una pesadilla de la que con un trasplante podemos despertar. A por todos los cuentos con final feliz, yendo al lavabo!
¡Qué triste! Máquinas que roban la infancia, pero que a la vez devuelven la vida...
ResponderEliminarUn abrazo, Miguel Ángel.
La vida está llena de yin/yang, Sara. Un abrazo.
EliminarInxs! Rasca Miguel, rasca. Uf.
ResponderEliminarUn abrazo.
Inxs me suena a "Never tear us apart". Pretendía que rascase. Abrazos.
EliminarConmueve este relato, Miguel Ángel. Para los padres que pierden un hijo es terrible enfrentarse a la visión de los peluches. Aquí das la vuelta y son los propios peluches los que deciden acabar con esa máquina que no supo salvar a su amigo.
ResponderEliminarLa posibilidad que planteas está ahí, pero es un paso más allá de la que tenía en mente, y creo que hubiera tenido que ajustar uno de los tiempos verbales. Pensaba en una opción quizá igual en sus resultados, pero con un poco más de ironía trágica.
EliminarDuele, lo sabes.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Espero que no demasiado. O bueno, es lo que hay en esta historia. Un abrazo.
EliminarConmueve... así que efecto conseguido.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Gracias, apache. Un saludo.
EliminarCon el tiempo todos vamos dejando amigos en el camino.
ResponderEliminarun abrazo
fus
La vida es dura... Un abrazo.
EliminarQué inocentes los muñecos, que acabarían matando a quien tanto quieren. A veces la buena fe (que es la única fe) nos hace tropezar.
ResponderEliminarExcelente y conmovedor, Miguel Ángel.
JM
Qué iban a saber los pobres...
EliminarUn saludo, y gracias.
A don Potato le vi correr pasillo arriba con un conmutador de metal. Lo riñones andan buscando en el juego dónde volverse habichuelas para formar una cara sonriente. Imaginativo tu post.
ResponderEliminarLa hemodiálisis es una pesadilla de la que con un trasplante podemos despertar. A por todos los cuentos con final feliz, yendo al lavabo!
Si me permites. Un saludo.
A por esos cuentos. Un saludo para ti también.
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