Ayer evidenciaban instantes de felicidad, pequeñas teselas de los últimos años
vividos en el grupo: el cumpleaños de Javier en el que tuviste un encuentro
furtivo con su hermana, la fiesta de Halloween, con todos ubriacos, como
decía aquel italiano tan gracioso que se nos acopló sin conocerle nadie, el
descenso del Sella compartiendo petaca y risas con propios y extraños.
Hoy, la alegría obscena de esas fotos, contrasta con las caras largas de los que te conocimos; desde estos malditos sillones de escay me pierdo en tu retrato, y a ratos me preguntó por qué motivo hemos sido tan idiotas. Sin despegarse de él, tu madre busca entre nosotros a quién poder subir a su cadalso, y el parpadeo del fluorescente nos ofrece una tregua violeta, permitiendo que más imágenes vuelvan a la memoria.
No tardará en aparecer alguno en la sala reconviniendo que, de vez en cuando, tienen que pasar estas cosas para que los demás aprendan. Que pudimos ser cualquiera. Que hay que cambiar y tirar para adelante.
Y yo digo que quién sabe al final lo que es lo correcto. Que éramos iguales. Que nunca se sabe. Y que qué feliz fuiste, vaya.
Hoy, la alegría obscena de esas fotos, contrasta con las caras largas de los que te conocimos; desde estos malditos sillones de escay me pierdo en tu retrato, y a ratos me preguntó por qué motivo hemos sido tan idiotas. Sin despegarse de él, tu madre busca entre nosotros a quién poder subir a su cadalso, y el parpadeo del fluorescente nos ofrece una tregua violeta, permitiendo que más imágenes vuelvan a la memoria.
No tardará en aparecer alguno en la sala reconviniendo que, de vez en cuando, tienen que pasar estas cosas para que los demás aprendan. Que pudimos ser cualquiera. Que hay que cambiar y tirar para adelante.
Y yo digo que quién sabe al final lo que es lo correcto. Que éramos iguales. Que nunca se sabe. Y que qué feliz fuiste, vaya.
He tenido la alegría de ver a este microrrelato entre los mencionados del concurso de Febrero del blog "Esta noche te cuento"
Te lo dije allí y te lo repito. Es un relato en el que vemos la imagen de los amigos sentados en ese comedor, con la madre buscando culpables y cualquiera podría haber sido. La pérdida de un amigo en la juventud, asistir a esos momentos, está tremendamente representada en tu relato. Además, va directo al corazón del lector. Enhorabuena por quedar en el top ten entre 170 relatos. Pronto estarás en el podium, al tiempo. Y ya tienes 129 seguidores, jovencito.
ResponderEliminarGracias, Javier. Por tu comentario, y por ser mi mecenas, jeje.
EliminarSin duda era uno de los relatos más interesantes de entre los que participaron el mes pasado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Raúl. Me alegro que así lo fuera bajo tu criterio.
EliminarUn abrazo.
Parabens!
ResponderEliminarBelissima história otimo e texto.
Bjins
Catiaho Reflexo d'Alma
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Obrigado!!
EliminarMuchas felicidades por esa distinción tan merecida.Un relato excelente el tuyo. Y muchas gracias por comentar el mio de este mes de marzo titulado El Salmo. Me he hecho tu seguidora para estar pendiente de cuando actualices. Muchas gracias de nuevo y un abrazo.
ResponderEliminarJone Miren (Nerim)
Gracias, me alegro que te gustase. Suerte con el de marzo. Pásate por aquí siempre que quieras.
EliminarUn abrazo.
hola aqui estoy y aqui me quedo
ResponderEliminarme ha gustado tu relato, muy bueno y te felicito
cuando puedas llegate por mi blog a ver si te agrada lo que hago, gracia
un abrazo carmen desde argentina
¡Bienvenida!
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