El lanzador de jabalina descubrió su fotografía en la
entrada junto con un aviso que le prohibía acceder a la reserva natural.
*****
*****
El
alergólogo observaba su sarpullido mientras la dermatóloga hacía lo propio con
sus lunares. Ya tendrían tiempo de entregarse a la pasión.
*****
Salieron
a cenar por su aniversario. La mujer del sumiller se echó a temblar cuando este
pidió el primer refresco desde que se conocieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario