Los medios de comunicación han sido taxativos al respecto.
Ninguno de ellos ha discrepado. El tipo era -sin lugar a dudas- un tarado, alguien
que se volvió gagá de la noche a la mañana. Tampoco hay que extrañarse, son
cosas que pasan. Los recodos del cerebro humano son inconmensurables. O tal vez
fue habilidoso, y supo enmascarar su verdadera personalidad, contraria a
aquella de la que brevemente dan cuenta los vecinos entrevistados “un tipo
normal, incluso amable, aunque últimamente se le veía un poco raro y
taciturno”. En cualquier caso, esta historia no ocupará más de cuatro líneas en
la esquinita de cualquier periódico, o veinte segundos en el noticiario de las
tres. Habrá quien pegue un pequeño brinco por suceder en su barrio, quien tome de
la mano a su marido por tener la misma edad, quien cambie de canal para ver el
resumen de la Champions y no sentirse perturbado. Su verdadera historia -de
cómo perdió todo de la noche a la mañana- se quema con él, y ninguno de
nosotros será capaz de volver a juntar esas briznas de realidad.
Esta es mi aportación a la tercera jornada de la convocatoria “La primavera de microrrelatos indignados
Hola, Miguel Ángel.
ResponderEliminarÉsa es la realidad, nadie le dedicará gran parte de su tiempo porque para todos es un tarado que se volvió loco de la noche a la mañana... ¡Siguiente noticia!
Pienso que damos poco valor a la vida de los demás.
A mí, debido a mi exceso de empatía, este tipo de cosas me duelen, aunque no sea de mi barrio ni de la edad de mi marido.
Buen micro.
Saludos.
Pues entonces genial que sientas así.
EliminarUn saludo.
¡Huy ese final! Ya estaba leyendo "ninguno de nosotros será capaz de recomponer esas cenizas de realidad". Así hubiera acabado yo, que no soy tú, claro, por cohesioanr. En todo caso, un relato solvente, sin concesiones. Saludos.
ResponderEliminarPues me vinieron a la cabeza trocitos de periódico chamuscados y creo que por eso puse brizna. Pero reconozco que ceniza le va mejor.
EliminarUn saludo.
;-)
EliminarMe gusta sobre todo por esta parte que pone en el lugar muy bien:
ResponderEliminar"...y supo enmascarar su verdadera personalidad, contraria a aquella de la que brevemente dan cuenta los vecinos entrevistados “un tipo normal, incluso amable, aunque últimamente se le veía un poco raro y taciturno”.
Un detalle, el primer "quien" que has escrito, creo qu eva sin tilde. Saludos.
Correcto. No lleva tilde.
EliminarGracias, claro que no lleva tilde, es el mismo quien que los dos siguientes que puse sin ella.
EliminarIncluso él mismo, el que mejor podría contarlo, ya ha renunciado a hacerlo.
ResponderEliminarUna soledad inmensa.
Muy de verdad este micro.
Una soledad inmensa, me gustó.
EliminarGracias. Un saludo, Luisa.
La desesperación nos lleva a caminos tenebrosos...
ResponderEliminarBuen micro. También participe en esta jornada de micros indignados desde mi blog "Barcos de papel".
Con permiso me quedo por aquí.
Saludos :)
Bienvenida, ¡un saludo!
EliminarFelicidades, Miguel Angel por la mención "LIEBSTER BLOG AWARD" en la que somos compañeros. Acabo de añadirme como "seguidor". Por cierto, coincido contigo en "Los cachorros", de Vargas-Llosa, una lectura de adolescencia que no he olvidado. Un saludo.
ResponderEliminarMe alegro que compartamos ambas cosas.
EliminarSé bienvenido. Un saludo.
Cómo no hablar de alguien para hablar de él. Me gustó, muy de tu estilo Page.
ResponderEliminarBesos
Mar
Gracias, Mar. Un beso.
EliminarAhora mismo ya tienes la misma cantidad de seguidores que yo...jeje.. Muy buen blog,Un calido saludo. :)
ResponderEliminarCoincidencias blogueras. ¡Un saludo!
EliminarMe ha gustado mucho tu blog.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Besos
Gracias, sé bienvenida.
EliminarQue el gobierno calle puedo comprenderlo en su afán de mentir y ocultar. ¿Pero y la oposición? ¿Y los periódicos? Y luego estamos, claro, los ciudadanos: bala que mata al compañero no me mata a mí.
ResponderEliminarPolíticos: la mayoría estudia en los mismos colegios y cena en los mismos restaurantes.
EliminarPeriódicos: la mayoría en poder de las mismas 2 ó 3 corporaciones.
Ciudadanos: la mayoría (la nuestra, no la suya) penando y achicando agua como se puede; hasta que nos toca de lleno.
Me gustan mucho tus relatos, si te apetece compartirlos echa una ojeada aquí
ResponderEliminarhttp://280ypunto.blogspot.com.es/
Un saludo. marga.
Gracias, Marga. Bienvenida.
EliminarUn saludo.
Demagogos, oportunistas, indignados de todo a 100, tertulianos,aprovechados politicastros. La noticia, rasguémonos vestiduras, y después la soledad del protagonista.
ResponderEliminarMuy bueno, y te voy a seguir con tu permiso.
La única indignación que me interesa es "la de marca", esa que intenta que unos pocos de arriba no se aprovechen de la mayoría.
EliminarBienvenido, un saludo.
Esta semana nos hemos desayunado -algunos con indigestión- con la noticia de que el FMI se ha equivocado en los cálculos del rescate a Grecia. Mucha gente "normal, incluso amable", lo perdió todo -que no era nada, pero era suyo- de la noche a la mañana, y esa mañana les dicen que fue un error. Magro consuelo para quien había decidido suicidarse esa misma mañana.
ResponderEliminarOtra tragedia griega. Sensato y digno tu punto de vista.
Un abrazo, Miguel Ángel.
Juan M.
Un error que ha condicionado la vida de demasiada gente, efectivamente.
Eliminar¡Un saludo!
Hay más dignidad en esas líneas y en esa historia que en todos los análisis que se puedan hacer al respecto. Me han encantado las reflexiones finales, es verdad que todo tenemos que sentirlo como cerca, como parecido a lo nuestro, para dar un respingo. Como si no fuéramos todos igual de frágiles frente a la vida. Un abrazo, me alegra haberte encontrado!
ResponderEliminarDignidad, de eso se trata.
Eliminar¡Bienvenida!